Por Víctor Sánchez Baños

Las exportaciones mexicanas vía marítima son raquíticas y se convirtieron en un complejo problema para las empresas navieras, que ven que México importa más de lo que exporta a través de los mares.

Esa diferencia entre importaciones y exportaciones es tal que dificulta la tarea de los transportistas, a quienes sacar contenedores vacíos del país, ni les sale rentable, ni les permite seguir invirtiendo en la región y en México.

Mario Veraldo, directivo de la naviera Maersk Line, reconoce que les interesa seguir invirtiendo en hacer buques más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Las nuevas tecnologías les auxilia para ofrecer mayor visibilidad de la cadena de suministro.

Pero, se espera que las tarifas de Maersk Line podrán subir durante el 2017, aunque el comercio mexicano sorprende al alza en el primer trimestre el año. De acuerdo con los datos que AMANAC proporciona a Maersk Line, mayor línea naviera del mundo, el total de las importaciones y exportaciones mexicanas a través del comercio marítimo aumentó un 13% en el primer trimestre del año.

Las importaciones desde Asia crecieron un 8% y desde Europa un 13%. Las exportaciones mexicanas se mantienen materialmente en los mismos niveles y provoca que los contenedores no puedan regresar con mercancías a sus países de origen. Por ello, exportar resultaría más costoso para el empresario mexicano.

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