Por Víctor Sánchez Baños
Ocho de cada 10 mexicanos consumen productos pirata y falsificados, lo que revela que en el país existe una aceptación generalizada hacia la piratería y su consumo, sin considerarla peligrosa, afirmó la vicepresidenta y Directora Ejecutiva de American Chamber México, Ana López Mestre.
Al asistir a la primera destrucción de artículos ilegales por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, fue entrevistada la ejecutiva y destacó que esta preferencia por artículos pirata genera pérdidas financieras muy importantes no sólo para los titulares de derechos, sino también para los negocios legítimos y para el Estado.
Ante este escenario, López Mestre admitió que “hay mucho por hacer por ello y en el entendido de que se trata de un problema multifactorial, creemos que es importante seguir sensibilizando a distintos sectores, consumidores, productores y autoridad”.
Definitivamente, hay mucho por hacer. Aunque es obvio que el daño que genera la piratería al sector productivo es brutal, ya que representa según datos extraoficiales, más del 8% del PIB, las mafias están ligadas a sectores gubernamentales y no sólo policíacos.
El gobierno no es el único que debe actuar ante la piratería, sino también son responsables los empresarios de diversas ramas, que van desde la musical, video, talabartería y hasta la automotriz, entre otras. Si disminuyen los precios y ofrecen calidad, la piratería desaparecería.
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