Por Víctor Sánchez Baños

 

Legisladores federales aprobaron la Ley de Egresos del gobierno federal. De esa manera la administración de Enrique Peña Nieto, contará para el 2017 con 4.8 billones.

Sin embargo, para llegar a esa cifra, los políticos hicieron varias maromas para estirar los recursos otros 52 mil millones de pesos y contar con más dinero que les demandan sus distritos electorales. Esto no está mal. Sin embargo, lo grave es la forma en que manipulan la información.

Elevan la plataforma de exportación petrolera, incrementan el precio de referencia del crudo y, al mismo tiempo, el precio del dólar. De esa manera los ingresos petroleros se incrementan automáticamente.

Es un efecto malabarista de las finanzas públicas que se repite cada año. No es sorpresivo, pero esto daña las finanzas del país ya que le dan un margen muy amplio al gobierno para gastar en momentos en que se llama a la austeridad en todos los niveles.

A aumentar la plataforma petrolera, hay más crudo (en teoría) para vender; al mismo tiempo como aumenta el precio de referencia, en números se estima que habrá más ingresos en dólares por venta petrolera y si a ello le agregamos que se incrementa el precio del dólar. Entonces se es ganar-ganar. Los políticos no tienen “llenadera”.

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