Por Víctor Sánchez Baños

Algunos “analistas” trasnochados piden que el gobierno de Enrique Peña Nieto actúe con mayor “energía” contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Quieren, incluso, que se retire al embajador mexicanos en Washington, para “actuar con dignidad”.

Bueno, casi quieren enviar tropas a la frontera con el vecino país, con el finde demostrar el enojo de los mexicanos.

La respuesta del presidente Enrique Peña Nieto, fue en términos de estadista y nación, la “correcta”. Claro, los mexicanos queremos que a Estados Unidos y en especial a Trump, se le insulte, pero en el plano diplomático, debemos ser cuidadosos. No se trata de posturas personales, sino de intereses.

De una buena relación con el vecino, dependen miles de millones de dólares en el país y el empleo de millones de mexicanos. Declararle una guerra comercial o de insultos, simplemente no se logra nada.

A nombre de los mexicanos peña le dijo que si sus declaraciones contra México derivan de una frustración por asuntos de política interna, “es mejor que se dirija a ellos, no a los mexicanos”.

Realmente, Donald Trump topó con un muro; con el muro de la solidaridad y unión de los mexicanos alrededor del Presidente de la República. Ante el insulto y la amenaza, los mexicanos sacamos la casta sin miedo, al poderoso del Norte.

Trump podrá hacer el escándalo que quiera en su casa, pero la nuestra, la respeta. Y, le quedó claro. Si pasa de las bravuconerías a acciones contundentes, entonces salimos perdiendo. Las pérdidas económicas, de empleo y del estatus de bienestar de los mexicanos caería. Es un asunto de pragmatismo, no de pleitos verduleros, como quiere Mr. Trump.

poderydinero.mx

vsb@poderydinero.mx

@vsanchezbanos