Por Víctor Sánchez Baños

La presencia de especies invasoras (flora y fauna), tiende a incrementarse en México. y es tal el impacto que esta especie es el tercer factor de presión a especies en peligro de extinción en el mundo.

Se trata de 7 mil especies marinas y costeras que viajan cada hora alrededor del mundo y si bien, sólo un 1% de estas especies provoca graves daños, los efectos son devastadores sobre todo en productos que generan beneficios económicos a decenas de miles de pescadores.

Según la CONABIO, lo que es muy grave, no existe un análisis de impacto de las especies invasoras en el país. La Secretaría de Agricultura, que encabeza José Calzada, actúa superficialmente y la SEMARNAT, de Rafael Pacciano, no cuenta con un protocolo oficial para combatir a los depredadores. Se justifican por la falta de dinero.

México tiene 351 especies invasoras establecidas en sus ecosistemas, en un 47% son plantas y en un 18% son peces. Ejemplo de ello son el Bambú, pez diablo y tortuga japonesa.

La palomilla podría aniquilar la producción de nopal, con la pérdida de 83 especies que se cultivan en 3 millones de hectáreas, que dan empleo a 50 mil familias y ganancias por mil 850 millones de pesos.

En Estados Unidos los depredadores provocan daños por a 120 mil millones de dólares al año y, además, 125 especies exóticas invasoras provocan en Europa pérdidas por más 12 mil millones de euros. Pese a ello, en México no prevenimos.

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