Por Víctor Sánchez Baños

 

Tan solo en México se desperdician más de 10 mil toneladas de alimento al año, que representa un costo de 100 mil millones de pesos. Tony Sarraf, director de Ecolab, advierte que alimentos limpios y en buen estado, desde su producción y manufactura hasta el consumidor final, ayudan a que haya menos desperdicio y pérdidas.

Desafortunadamente, en México, los estándares de inocuidad mediante innovaciones tecnológicas, que permiten la reducción de recursos como agua y energía de hasta un 80%, y más de un 40% en los tiempos de limpieza.

Por ello es fundamental un blindaje alimentario integral es clave tanto para la industria como para el consumidor final, pues ayuda a desperdiciar menos y beneficia la salud de las personas, con menores costos al sistema de salud gubernamental.

Recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), consideró que toxinas de origen natural, agua contaminada, uso no inocuo de pesticidas y residuos de medicamentos veterinarios pueden provocar que los alimentos no sean inocuos, así como condiciones no higiénicas en el manejo y almacenamiento y la falta en el control de temperatura.

Invertir en la prevención de enfermedades, genera ahorros en países como México que cruza por momentos presupuestales complicados.

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