La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices
– Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
Por Víctor Sánchez Baños
El domingo pasado se conmemoró el Centenario de la Constitución de la República. Los ampulosos discursos se generalizaron, pero el fondo lo se tocó.
Primero, el sistema político mexicano está agotado. No nos funcionó a lo largo de 200 años de vida independiente. Guerras internas, golpes de estado, una corrupción incontrolada, impunidad generalizada y una Constitución con 700 parches, nos convierte en una nación que debe reinventarse.
El presidencialismo, por una parte, convierte en dueño del país a un solo hombre y sus grupos cercanos por 6 años. Ah, y a 127 millones de mexicanos en sus súbditos. Sin embargo, cada sexenio el Líder del Ejecutivo, quien mantiene un poder ejecutor superior a sus pares en el Legislativo y Judicial, los cuestionamientos al “jefe máximo” de la burocracia, es menospreciado y hasta repudiado.
El desgaste del presidencialismo, se origina en el poder en un solo hombre. El poder y la riqueza lo envuelven por 6 años. Los mexicanos les pagamos desde el lugar donde viven hasta un séquito de 5 mil personas a su servicio.
Pero esto es lo trivial, aunque no deja de ser un factor de malestar social. El fondo es la toma de decisiones y la falta de mecanismos democráticos donde los mexicanos seamos corresponsables con el gobierno, no sólo a través de un Congreso, sino en acciones directas donde la sociedad se ve afectada.
Por ello, el presidencialismo como lo conocemos actualmente debe transformarse en un sistema político y de gobierno que se reparta el poder, no en cuotas de partidos políticos, sino en grupos de decisión inteligente.
Debemos pensar en otros sistemas democráticos y efectivos de gobierno. Reflexionar sobre el parlamentarismo o un sistema mediante el cual se termine con las castas divinas de la clase política, donde se elimine la impunidad y la corrupción de la vida de millones de mexicanos.
Debemos ser audaces e incluso crear mecanismos de gobierno que no ponga en duda la democracia, por un lado, y que sirva para que el país crezca armoniosamente y que la mayoría, la inmensa mayoría, logre superarse mediante oportunidades. El gobierno no debe ser un obstáculo, como ahora lo es, sino un motor que impulse el bienestar generalizado.
Se vale soñar, pero algún día debemos despertar de la gran pesadilla que vivimos a consecuencia de nuestro desorden político y legislativo. Por ello, debemos reflexionar en una nueva Constitución que no reconozca nuestros derechos fundamentales, sino que los proteja; además que no sea un catálogo de deseos de minorías y mayorías, sino que ofrezca lineamientos para que las leyes y reglamentos que deriven de ella, sean respetados a totalidad. Una Constitución sin afanes populistas y politiqueros.
PODEROSOS CABALLEROS
La española Acciona, bajo el liderazgo de José Manuel Entrecanales, y su socio Tuto Energy (filial del grupo BioFields) ampliarán su planta fotovoltaica de Puerto Libertad, en Sonora, entidad gobernada por Claudica Pavlovich. Así aumentarán de 180 MW hasta 270 MW, convirtiéndolo en el mayor productor en México. Toda su producción vendida. La primera fase la comprará el Gobierno y la de la ampliación un grupo industrial. La firma española se encargará de la construcción, cuyo coste rondará los 300 millones de euros.
AL FINAL DE CUENTAS
Veracruz, entidad gobernada por el panista Miguel Ángel Yunes, realizó una reestructura de las deudas que heredó de su antecesor, el “tristemente célebre” Javier Duarte de Ochoa, muy desventajosa. Amplió el plazo de liquidación y manejó una tasa de interés elevada, del 9% Aunque la calificación que le otorga Fich Ratings es de “estable” a uno de los créditos vigentes con Banco del Bajío, bajo el liderazgo de Salvador Oñate, por 1,500 millones de pesos, hay una vigilancia especial sobre el manejo de las finanzas del gobierno de Yunes. Incluso la misma calificadora puso en observación negativa a otro crédito por 1,500 millones de pesos otorgado por Interacciones, de Carlos Hank Rhon. Yunes no ha logrado convencer totalmente de que en el poco tiempo al mando del Estado ha sentado las bases de orden financiero.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
Banco Santander, al mando de Marcos Martínez, fue reconocido por la revista International Finance Magazine como el “Banco más Responsable Socialmente en México”, por segundo año consecutivo, por su trabajo a favor de la niñez y su apoyo a la educación superior. Destaca por su Fideicomiso “Por los Niños de México”, y su apoyo a la educación superior a través de su programa de becas y colaboración con universidades públicas y privadas de todo el país. En México, Santander ha canalizado más 1,700 millones de pesos en apoyo a la educación superior beneficiando a más de 40 mil estudiantes.
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