
Las decepciones no matan, y las esperanzas hacen vivir.
– George Sand (1804-1876) Escritora francesa.
Por Víctor Sánchez Baños
El pasado 10 de febrero, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para gravar con 25% todas las importaciones en Estados Unidos de acero y aluminio, independientemente del país de origen. Estos entraron en vigor el 12 de marzo.
A unas semanas de ello, el análisis del impacto en México fue limitado, ya que la competitividad de México frente a otros países, que también fueron “sancionados” con esos gravámenes.
Pero veamos un poco atrás. En 2019, el impacto del arancel a las exportaciones mexicanas sin duda fue negativo, pero limitado, ya que en ese año disminuyeron las exportaciones menos del 10%.
Ante los efectos de las medidas arancelarias, el gobierno del republicano, no hizo caso a las alertas de analistas financieros de Estados Unidos y el mundo que estimaban que la medida impulsará un déficit comercial en EU en este sector y toda la cadena productiva, así como el crecimiento de la capacidad instalada en otros países. En el caso de México, de acuerdo a datos de la Secretaría de Economía, el impacto fue marginal, ya que el balance es superavitario a favor del poderoso vecino del norte.
Pero, de acuerdo al Departamento de Comercio de EU, se mantiene la sospecha desde la administración de Joe Biden, que una importante parte del acero que México exporta a a la Unión Americana pudiera ser de origen chino. Esto sigue como sospecha; no ha sido confirmada.
En México y Canadá, desde julio 2018 están obligados a declarar ante el US Custom and Border Protection, que el acero se había fundido y vertido en América del Norte para evitar aranceles del 25% y declarar que el aluminio en materia prima no proviniera de China, Rusia, Bielorrusia o Irán, para evitar del 10%. Actos de buena fe, según Trump.
Las decisiones de Trump, ahora afectan a los principales países proveedores de acero y aluminio para EU, que en 2024 fueron, en orden de importancia, Canadá, México, Corea del Sur, Brasil y China representando el 58.7%; mientras que los principales estados importadores son Texas, Illinois, California y Michigan, con una participación del 42% en 2024.
Ya se aprecian los afectos arancelarios en la industria automotriz de EU, donde se preparan para incrementarlos entre un 7 y 21 por ciento. Estudios de instituciones bancarias internacionales, estiman que la ronda de aranceles en 2018 repercutió en la pérdida 75 mil empleos, mientras que las empresas más expuestas vieron sus exportaciones caer en 0.11% por cada punto adicional en los aranceles. Los aranceles también derivaron en aumentos de precio del acero y el aluminio en 2.4 % y un 1.6% respectivamente.
Moody´s calcula que la caída de la economía mexicana, por este arancel, sería del orden de 0.5% a 1%, mientras que otra calificadora, Fitch Ratings, podría acercar a una recisión a nuestra economía. Todo ello, por la importante dependencia de las exportaciones automotrices. La apuesta es el entramado de importaciones y exportaciones de las autopartes que tiene un vehículo, para su ensamble. Pueden ser hasta 15 procedimientos.
Por ello, la apuesta es un impacto menor para México, aunque no deja de ser importante; y contundente para EU y su política impositiva.
ALSTOM: La directora de Alstom México recibió la condecoración de la Legión de Honor con el Grado de Caballero por parte del Gobierno de Francia, La empre construyó los trenes para el Tren Maya y ahora se perfila para fabrican el material rodante del proyecto México-Pachuca. Además, ha mostrado interés en los trenes de pasajeros, en especial en México-Querétaro.
RESPONSABILIDAD Y GOBERNANZA (ESG), VOLKSWAGEN: Liderada por Holger Nestler, la armadora alemana Volkswagen recibió la certificación en la Norma Mexicana R-025 en igualdad laboral y no discriminación gracias a sus mecanismos de adopción voluntaria de integración de perspectiva de género y no discriminación en reclutamiento, movilidad y capacitación.
@vsanchezbanos