Senadores de diversos grupos parlamentarios coincidieron en la necesidad de impulsar un nuevo modelo de desarrollo, a fin de promover el crecimiento económico en las regiones más pobres del país, que genere mejores empleos y salarios, así como una mayor infraestructura.

En la reunión de trabajo de la Comisión Especial Sur-Sureste, el senador del Grupo Parlamentario del PRI, Humberto Mayans Canabal, resaltó que esta región está sumida en el atraso, sin educación de calidad, sin investigación científica ni tecnológica y sin infraestructura moderna; es decir, sin la posibilidad de competir con el centro y el norte industrial.

Señaló que los beneficios del Tratado de Libre Comercio (TLC) son muy claros. Solamente el 11 por ciento de esos beneficios llegó al Sur-Sureste. Esta es la causa de dichas carencias y de que se haya generado un vacío, acotó.

Lo que se debe hacer, consideró, es repensar el modelo de desarrollo de México, de fondo, un nuevo planteamiento para la realidad que se vive; y aprovechar el conflicto con Estados Unidos para diversificar mercados hacia Europa, América Latina y otras zonas.

El coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez, comentó que la región Sur-Sureste no sólo debe beneficiar a unas cuantas empresas sino a la gente. Consideró que ese es el problema central de un programa de desarrollo.

“Pueden venir muchas empresas transnacionales de fuera y pueden ubicarse aquí y hacer un negocio; y lo más que se va a lograr, es que haya empleos. Lo que no vamos a lograr es cambiar el estatus de vida. Y, yo creo, que tenemos todas las posibilidades, si hay un programa de desarrollo adecuado, de hacer de muchas de esas personas empresarios de su propia riqueza, de reconocerla, de saberla usar, de saberla desarrollar adecuadamente y darles un sentimiento de empoderamiento”, relató el especialista.

Agregó que si la gente no aprende a utilizar y aprovechar el patrimonio de la región, que son hectáreas de bosques o de selva, se generará un doble problema, pues se perderá la diversidad biológica, “que es esencial para ellos y para todo el país”.

La biodiversidad ha permitido la diversidad cultural de nuestro país. Debemos procurar, dijo, que esa riqueza se vuelva tal en el sentido de transformar elementos que le permitan a la gente vivir bien, mejorar, y llevar un manejo adecuado y sustentable, a fin de establecer el binomio riqueza biológica-riqueza cultural.

El senador Benjamín Robles Montoya alertó que en el Sur Sureste el deterioro ambiental ha sido gravísimo, y resulta indispensable conocer su estado actual, en aras de contribuir a la conservación de la biodiversidad del país, así como a su aprovechamiento sustentable.

Abundó que se necesita ir a los estados de la región, para concretar, junto con instancias estatales, municipales y académicas un modelo de desarrollo que permita una reconstrucción.

Por su parte, la senadora Luz María Beristain Navarrete consideró que la esencia del problema ha sido el modelo económico de desarrollo. Tenemos que reinventar México, esta es una coyuntura que los mexicanos debemos aprovechar para generar un cambio estructural en la región Sur-Sureste, que es la parte más olvidada de la República, aseveró.

El senador del Grupo Parlamentario del PT, Carlos Manuel Merino Campos, coincidió en que es muy importante el aprovechamiento y el cuidado de los recursos, pues es algo que tiene que ver, incluso, con el tema de la seguridad nacional.