• La ludopatía, adicción a los juegos de azar, crece 70% anual

Por Víctor Sánchez Baños

Los casinos, desde que cabildeaban para instalarse en México, fueron el atractivo para políticos y empresarios. Se trata de un excelente negocio que los gobiernos panistas perdieron la brújula social y la entregaron a grupos que sólo obtienen utilidades sin dejar nada, absolutamente nada a las comunidades donde laboran.

Desde la administración de Vicente Fox, la entrega de las concesiones se dio a los grupos de poder. En ningún momento se pensó, como en Estados Unidos, en darlas a las comunidades indígenas o campesinas para obtener recursos que posteriormente dedicarlos, etiquetarlos punes, para actividades específicas de bienestar social.

Si bien es cierto que los casinos generan fuentes de trabajo, también generan problemas sociales y mentales como la ludopatía (jugar obsesivamente al azar). Para ello, no dedican un solo centavo.

De acuerdo a cifras, que una vez más las consulto con especialistas del ramo, en este caso psiquiátrico, ya que no hay datos oficiales, el tratamiento para un enfermo de ludopatía representa alrededor de 4 mil a 12 mil pesos mensuales. Esto, independientemente de lo que dejaron en los casinos.

En México, los casinos están acotados al uso de máquinas tragamonedas. Sin embargo, en cualquier momento podrían autorizar el uso de mesas de póker, blackjack, ruleta y otros juegos que son todavía más adictivos. Los dueños de las concesiones de casinos no están dispuestos a, en un acto de responsabilidad social, crear clínicas psiquiátricas o psicológicas para atender ese problema que materialmente no existía en México, pero que ahora crece aceleradamente.

EN SUMA.- ¿Sabía que en México, por aberraciones gubernamentales y mentiras oficiales, se culpa al automovilista de la contaminación atmosférica cuando únicamente representa el 40% del total? El resto (40%) lo generan las empresas privadas y el 20% Pemex y la CFE.

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