Por Víctor Sánchez Baños
En México, la industria deportiva enfrenta una amenaza mundial: la piratería. Esta representa alrededor de 14 mil millones de dólares (270 mil millones de pesos.
De acuerdo con la consultora Clarke, Modet & Co. que dirige Farrokh Keneshkar, en los últimos 4 años el registro de patentes deportivas desarrolladas bajo la tecnología de “internet de las cosas” prácticamente se ha duplicado en todo el mundo, al pasar de 448 patentes otorgadas en 2015 a 832 en 2018, lo que representa un crecimiento de 93%.
Pero, de acuerdo al IMPI y la American Chamber México, 8 de cada 10 personas en nuestro país consumen piratería. En el caso de las transmisiones deportivas, según FOX Networks, la piratería es frecuente en las transmisiones streaming de la televisión restringida, provocando pérdidas por 10 mil millones de dólares.
Hace unos días, se conmemoró el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, enfocado al deporte, donde la tecnología también está transformando a la industria deportiva. Pero en México, la piratería es majestuosa. Los derechos de la Propiedad Industrial no son suficientemente protegidos.
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