• De acuerdo a la fuente, varía entre el 2% y el 11% del PIB

Por Víctor Sánchez Baños

Hay leyes que duermen el sueño de los injustos. Algunos por negligencia de los legisladores y otra con fines perversos muy claros. En este último escenario se ubica la legislación anticorrupción, que fue propuesta por el Ejecutivo Federal desde el año antepasado.

El presidente Enrique Peña Nieto, propuso un decálogo para acabar con la corrupción y disminuir los onerosos costos que, de acuerdo a la fuente, varían entre el 2% y el 11% del producto Interno Bruto, o sea de todo lo que producimos los mexicanos en bienes y servicios durante un año.

Esto significa que por cada 100 pesos que con esfuerzo legítimo y lícito se gana en este país, se agotan en dádivas a funcionarios públicos, entre 2 y 11 pesos. Cientos de miles de millones de pesos; una cifra más que espectacular, habla de la inmoralidad de grupos sociales que medran con el trabajo de millones de mexicanos.

En los últimos meses analistas varían en sus juicios. Julio Millán, presidente del Grupo Corporación Azteca (Coraza), considera que el costo de la corrupción es del 4% del PIB; María Amparo Casar, directora de Anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad, la ubica entre 2 y 9; Viridiana Ríos, de El Semáforo Económico Nacional 2014, en 2%; el Censo de Impartición de Justicia, el 11% y Banxico, de Agustín Carstens, lo ubica al 9%.

EN SUMA.- OHL, de José Andrés de Oteyza, ocultó información sensible a la CNBV que preside Jaime González Aguadé. Pero, no se atreven a llevar al grupo ante tribunales. Poderoso

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