• Los ingresos por servicios turísticos caen el 47%

Por Víctor Sánchez Baños

No ha pasado mucho tiempo que viajar de vacaciones a Acapulco era un detalle de distinción; de gran destino, se convirtió en un puerto de atractivos menores.

Desde su nacimiento, en el gobierno de Miguel Alemán, creció sostenidamente como punto turístico de talla internacional. Del interés de artistas como Clark Gable, Errol Flynn, María Víctoria, Frank Sinatra, entre muchas personalidades de México y el mundo.

Todo era el paraíso. Crecían las zonas habitaciones de lujo y para clases media. Asimismo, la hotelería era de excelencia. Por si fuera poco, fue el imán de atracción para decenas de miles de mexicanos de otras ciudades que hallaron en ese paradisiaco lugar un refugió de belleza y paz.

Sin embargo, de la mano llegaron los giros negros. Antros de mala nota, revestidos de “discotecas” o distracciones de lujo, así como criminales organizados llegaron para imponer su ley en base a balazos e intimidación.

Como la explosión de una bomba, esa corrupción e ingobernabilidad, crecieron alrededor del Puerto y sacudió al resto de la entidad, gobernada y corrompida por una clase política que primero vio la forma de enriquecerse y después, si les quedaba tiempo, resolver algunos de los problemas inmediatos.

En pocas palabras, pasaron los Figueroa, y no pasó nada; luego priistas y perredistas, y tampoco pasado algo bueno. Sólo pueblos inútiles y sumidos en el crimen. El actual, Héctor Astudillo, es como si no existiera.

EN SUMA.- Aerocalafia, bajo el liderazgo de Aldo Leyva, abrió nuevas rutas de Los Cabos, Baja California Sur, a Guanajuato. El vuelo inicial fue recibido por el gobernador Miguel Márquez.

Correo: vsanchezb@gmail.com Twitter y Facebook: vsanchezbanos