• Incrementó a niveles nocivos a la salud la contaminación

Por Víctor Sánchez Baños

En 1989, en la administración de Carlos Salinas, y con el regente del entonces Distrito Federal, Manuel Camacho Solís, ante el incremento de la contaminación del aire en la capital del determinaron imponer el llamado “Hoy no Circula”. Era parejo. Todos los vehículos, nuevos y viejos, tenían que parar un día a la semana, de lunes a viernes.

Años después, se les ocurrió la fabulosa idea de que todos los automóviles pasaran una verificación, para lo que otorgaron concesiones a inversionistas llamados verificentros. Estos se convirtieron en negocios muy productivos.

Todo era justificado en la lucha contra la contaminación atmosférica.

Pero, detrás de la noble bandera de lucha contra la polución, había una conspiración para hacer un gran negocio con varias aristas. La primera fue la verificación directa a los vehículos; la segunda, el surgimiento de un gran mercado de automóviles usados. Años después endurecieron el Hoy no Circula y los automóviles nuevos tenían la oportunidad de transitar diario. Aquí se impulsó la industria automotriz.

Todo fue negocio e irresponsabilidad, ya que los vehículos de gobierno eran intocables; los camioneros igual. Estos contaminan exponencialmente, pero sus dueños están ligados a políticos.

Esta es la verdadera historia de uno, de muchos, negocios de la contaminación.

EN SUMA.- Guerrero no repunta. Acapulco, menos. El gobernador Héctor Astudillo, no logra generar ninguna estrategia que recupere la economía de esa entidad. Los problemas son más grandes que él.

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