Por Víctor Sánchez Baños

En las últimas semanas el precio del pollo se disparó a niveles que difícilmente una familia que percibe un salario mínimo al mes podría comprarlo para alimentarse.

La Profeco detectó que el precio al consumidor del kilogramo a granel de pechuga sin hueso y sin piel, alcanza hasta los 129.20 pesos en supermercados de la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Esto despierta la inquietud del consumidor que con un salario mínimo vigente de 88.36 pesos al día no le alcanza para comprar un kilogramo de pechuga sin piel.

Legisladores federales y estatales, detectaron acaparamiento, especulación y encarecimiento de ese alimento vital en la dieta del mexicano, lo que podría provocar que el precio se dispare aún más.

La Unión Nacional de Avicultores estima que al cierre del presente año habrá un incremento en la producción del 3%, equivalente a un total de 6.3 millones de toneladas de alimento (pollo, huevo y pavo).

Además, en México, el consumo per-cápita de pollo aumentó de 15.83 a 32.24 kilogramos de 1994 a 2017, respectivamente, y al cierre de 2018 se espera alcance los 32.88 kilogramos. Sin embargo, es una cantidad que debe incrementarse con el fin de mejorar la alimentación promedio de los mexicanos. El pollo es una fuente excelente de proteínas y hierro.

Es un alimento que sin piel, aporta el 64% de las calorías proceden de la proteína, y el 31% de la grasa.

Por ello, se convierte en una fuente alimenticia clave para todos los niveles económicos. Por ello, debe cuidarse de especuladores que únicamente buscan ocultar el producto para incrementar su precio. Eso lo detectó la Profeco; ahora debe actuar en protección del consumidor.

Poderydinero.mx

vsb@poderydinero.mx

@vsanchezbanos