• Inicia la Convención Bancaria en Acapulco, sin pena ni gloria

Por Víctor Sánchez Baños

La transformación de la banca mexicana fue radical. Desde 1992, dos años antes de poner marcha el Tratado de Libre Comercio para Norteamérica, de instituciones que eran propiedad del Estado, se privatizaron.

La responsabilidad quedó en manos de Guillermo Ortiz Martínez, en aquel entonces subsecretario de Hacienda. El segundo de abordo, después de Pedro Aspe.

Esa privatización genero todo tipo de dudas. Todo mundo intuía o conocía casos de corrupción en el manejo de las licitaciones pero, a pesar de ello, nunca se comprobó con certeza y, lo peor, ninguna autoridad judicial inició una investigación seria sobre el proceso privatizador.

Claro, después ocurrieron los escándalos de fraudes bancarios en instituciones de poca monta. Los grandes intereses siempre estuvieron resguardados.

En aquel entonces desde nuestros espacios periodísticos apoyamos la venta de los bancos. Vimos como los políticos se hinchaban los bolsillos del dinero que campaban esas instituciones, durante la administración de Miguel de la Madrid, quien indemnizó a los banqueros con jugosas sumas de dinero.

Quienes compraron los bancos eran de nacionalidad mexicana. Todos. Hoy en día ya no hay instituciones propiedad de mexicanos. Aquellos que fueron dueños, se convirtieron en gerentes. De dueños a empleados, pues.

EN SUMA.- Luis Robles Miaja, presidente de los banqueros de México y líder de BBVA Bancomer, afirma que hay suficiente crédito para el consumo y las empresas. Los banqueros, dijo, no están preocupados por el entorno económico.

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