Por Víctor Sánchez Baños
La luces rojas del sector empresarial de varios Estados del país, se encendieron ante la petición de la Organización Mundial de Comercio de “alentar” al gobierno de México a “reducir más los aranceles, no sólo para productos agrícolas, sino para textiles y zapatos”.
De acuerdo con las conclusiones del examen de políticas comerciales que aplicó el país en el periodo 2012-2016, proceso al que son sometidas periódicamente todas las naciones que la integran, ese organismo mediador comercial a nivel internacional, pide abandonar a su suerte dos sectores muy vulnerables: el textil y zapatero.
Son vulnerables ante la presencia de productos chinos y de otros países de Oriente, mismos que producen con subsidios y estímulos que se venden a precios “dumping” (por debajo de su costo) en países como el nuestro.
A pesar que, una vez más, por la corrupción se contrabandean miles de millones de pesos en esas mercancías al país, afectando a empresas y empleo, ambos sectores han sobrevivido.
La competencia ilegal y dumping de países asiáticos, encabezados por China, deja a empresarios mexicanos sin protección en momentos en que se perfila la discusión para renegociar el Tratado de Libre Comercio para Norteamérica.
El sector textil y zapatero genera más de un millón de empleos y puede desaparecer materialmente ante la disminución de aranceles a productos que están por debajo de su precio de producción.
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