Por Víctor Sánchez Baños
Las presiones políticas de la administración de Donald Trump, no afectaron a la Bolsa Mexicana de Valores y mantiene un ritmo importante de ganancias en dólares (1.9% en promedio). Los extranjeros continúan invirtiendo en el mercado de capitales, por lo que en marzo entraron 105 millones de dólares.
La inversión en Bolsa es positiva en términos generales ya que se está dirigida a beneficiar a inversionistas especuladores quienes ganan o pierden en el momento de realizar la venta de sus acciones.
Ante el incremento de las tasas de interés por parte del Banco de México, institución que encabeza Agustín Carstens, y la confianza de inversionistas directos (lo que va a la adquisición de infraestructura para empresas mexicanas o establecidas en el país, lo que genera un circulo virtuoso de inversión) provocan un incremento notable de los beneficios al empleo y la generación de nuevas empresas.
Pese a las amenazas de Trump de castigar la inversión extranjera mexicana, es muy claro que los inversionistas no le hacen caso o le hacen caso a medias. Siguen invirtiendo en México y le dan un poquito a Estados Unidos. México, desafortunadamente, sigue ofreciendo mano de obra barata y calificada en los estándares internacionales, aunque esos salarios son suficientes para dar un “buen” nivel de vida con los costos del país.
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