Por Víctor Sánchez Baños
México cuenta con más de 450 mil policías para cuidar a la ciudadanía de la delincuencia y 250 mil agentes de tránsito para poner orden en la circulación de vehículos. Sin embargo, en costo beneficio, a pesar que gastamos una fortuna en seguridad, el delito del fuero común crece anualmente el 4.2% y el federal 1.1%.
El saldo es negativo para los mexicanos ya que gastan, de sus bolsillos, más de 1,200 millones de pesos anuales en la seguridad de sus residencias, empresas o, incluso, en seguridad personal.
Los salarios de políticas estatales, municipales y federales, fluctúan entre los 3 mil pesos mensuales hasta 15 mil pesos en casos de especialización en la federación y algunos Estados. En pocas palabras, cantidades ridículas ante la presencia y agresión a la comunidad de la delincuencia.
Claro, que no se cuenta el monto de la lucha contra el narcotráfico, donde los mexicanos gastamos más de 250 mil millones de pesos anuales (salarios de soldados, marinos, logística, policías, instalaciones, etcétera) para “acabar” con la producción, distribución y venta de drogas. Cosa que nunca acabará mientras sean ilegales.
Estimado lector, dejo a tu criterio, pero fundamentalmente a tu experiencia, la calificación a la seguridad de todos los mexicanos. En lo personal, gastamos mucho y obtenemos casi nada.
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