Por Víctor Sánchez Baños

Juan Carlos Cortés dejó recientemente la dirección de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario con número realmente espectaculares que difícilmente podrá superar su sucesor.

En materia de financiamiento al campo, recordamos infinidad de ladrones que utilizaron como bandera ese noble sector para enriquecerse a lo largo de décadas enteras, pero con tan paupérrimos resultados que difícilmente podríamos decir que el 1% de los agricultores, especialmente los más pobres, recibían créditos.

El crédito a pequeños productores de hasta 230 mil pesos con una casa de 6.5%, con una garantía de la cosecha y sin comisiones adicionales, que la misma banca comercial no pudo superar. De 2013 a 2016, los beneficiarios crecieron de 281 mil a 492 mil, lo que representó el 75%. La cartera vencida disminuyó a 3.7% Con estos números, se dio la oportunidad de que se incrementaran las cosechas, por una parte y que se le diera a las mujeres la oportunidad de participar más en la productividad del agro, ya que ellas recibían menores tasas de interés.

Ahora, la FND, tuvo utilidades, lo que antes no se había visto en ese sector. Los ingresos totales crecieron 46% en términos reales entre el 2013 y 2016. La clave, es la reducción en requisitos e incentivar a quienes paguen en tiempo y forma. No es complicada la ecuación.

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