Por Víctor Sánchez Baños

Los estrategas fiscales y financieros del gobierno federal poco interés tienen en proteger los intereses de la sociedad. Únicamente buscan recaudar más y más dinero, en momentos en que el panorama de la macroeconomía es tormentoso.

Ante el malestar social por el incremento a las gasolinas del primero día del año, determinaron no “impactar” una ver más la economía de las grandes mayorías. De esa manera, los incrementos proyectados para febrero se cancelaron. Eran 3 que cubrirían las necesidades fiscales, aunque el monto era irrisorio.

Todo parecería una estrategia mediática, más que una estrategia económica. Esto quiere decir que el golpe a la economía de la sociedad, se dio el primer día de enero y lo demás no, ni siquiera, significativo.

Pero, las ansias recaudatorias no quedan en el gasolinazo de principios de año, sino que ahora se darán los cambios cada hora. Los estrategas de la política económica y social, piensan que de esa manera la comunidad se acostumbrará a ver que el precio sube o baja de acuerdo a los precios internacionales de la gasolina.

Realmente, lo que ocurrirá será una repercusión inflacionaria de gran impacto, cuando se analice la tendencia a largo plazo, especialmente a finales de cada año. El golpe se verá en la inflación normal y subyacente, anualmente. De que el coscorrón en los precios se resentirá, se resentirá con gran dolor en la sociedad.

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