Por Víctor Sánchez Baños

Gerardo del Villar, ambientalista y buzo profesional, dio a conocer que la extinción como comercio ilegal de carne de tiburón ha llegado a tal grado, que México ya importa carne de esta especie de naciones como Costa Rica.

La carne de tiburón es muy barata y esta especie es muy fácil de pescar. Por eso los pescadores mexicanos están aniquilándolos en un comercio ilegal. Es tan grave esta depredación donde la Secretaría de Marina, al mando de Francisco Soberón; SAGARPA, de José Calzada; y la SEMARNAT, con Rafael Pacciano, prefieren irresponsablemente no actuar.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, tiene planes para su cuidado, pero mientras exista demanda de carne de tiburón, no se podrá conservar la especie. Lo peor del caso es que no establecen vedas, ni sanciones en la comercialización.

Se trata de metas de conservación biodiversa que no se pueden cumplir por la falta de personal y presupuesto para dar cobertura a las aguas protegidas del país, donde se padece la pesca ilegal del tiburón. En este sentido, México está entre los tres países del continente americano que captura la mayor cantidad de tiburones blancos, a pesar de una veda implementada en 2014.

Según la ONU, cada año se cazan más de 100 millones de tiburones, la mayoría de ellos sólo para arrancarles las aletas, con las cuales se preparan alimentos, así como utilizar su aceite para productos que son consumidos en Oriente, con costos que llegan hasta los 500 dólares.

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