• Nuño anuncia otro plan, para seguir planeando

Por Víctor Sánchez Baños

En febrero, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dará a conocer el plan de infraestructura y equipamiento escolar para las escuelas del país. Se trata de una estrategia financiera que incluso podría manejarse a través de fondos inmobiliarios en la Bolsa Mexicana de Valores, institución que dirige Jaime Ruiz Sacristán.

Planes van y planes regresan, pero lo único que sabemos los mexicanos es que el 6.1% del Producto Interno Bruto (todo aquello que los mexicanos producimos en bienes y servicios en el país), se destina para la educación.

Los resultados son deprimentes. Las pruebas a los estudiantes en las materias de competencia internacional nos colocan en los últimos lugares. En matemáticas no aparecemos en el radar de las naciones que destinan menos presupuesto en porcentaje de su PIB, pero tienen mejores sistemas educativos.

La pregunta es: ¿Quiénes son los culpables? ¿Serán los maestros, los alumnos o los políticos que desde un escritorio dictan la vida, obra y milagros de la educación de nuestros hijos?

El problema no es el dinero. Lo hay. No hay un plan de estudios serio y profesional que aunado a los intereses políticos que existen entre autoridades y maestros las escuelas se convierten en fábricas de batallones de mediocres. No se lo merecen las próximas generaciones.

EN SUMA.- WalMart, bajo el liderazgo de Enrique Ostale, sabe que la política de sustentabilidad y protección del ecosistema deja dividendos. Por eso se adelanta con los centros de acopio de pet y arboles naturales de navidad.

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