Por Víctor Sánchez Baños

Donald Trump y Enrique Peña Nieto, están enfrascados en declaraciones sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio Para Norteamérica. El presidente electo de EU, quiere cumplir su promesa de campaña de construir el muro entre ambos país, un cuento chino ya que está construido en un gran porcentaje y el resto que falta por construir se divide por el Río Bravo.

Sin embargo, lo que le pega al país son las declaraciones más que los hechos. Carrier, fabricante de ventilación y aire acondicionado, deja de invertir en el país 60 millones de dólares y los retiene en EU. Esta decisión se basa en los negocios que tiene la matriz de Carrier, United Tecnologies, con el gobierno de Estados Unidos, es de decenas de miles de millones de dólares, especialmente al surtirle motores para los aviones de guerra, entre una larga lista de servicios, muchos de ellos de “seguridad nacional”.

Ahí es donde dará los golpes escandalosos la administración de Trump. No es dejando de comer galletas Oreo, de Nabisco, sino en la cancelación de contratos que tiene esta empresa para surtir de golosinas al Ejército estadounidense. Sin embargo, no todas las empresas que trabajan en México están ligadas a compras al gobierno de EU. Por eso, es ahí en donde debemos cortejar a las empresas extranjeras y  nacionales para que se instalen en México y creen empleos.

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