Por Víctor Sánchez Baños

El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens Carstens, anunció que a mediados del año próximo dejará ese puesto, con lo que comete varias ilegalidades. Independientemente que no cumplió con sus misiones jurídicas establecidas en la Constitución y la Ley del Banxico, descuadra el objetivo y sentimiento de autonomía de ese instituto.

Los objetivos de Banxico son el controlar el circulante, mismo que no logró al mantener al límite el déficit; tampoco instrumentó, y están a la vista los resultados, una política monetaria a fin de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda.

Tampoco fungió como asesor del Gobierno Federal en materia económica y, particularmente, financiera. El gobierno federal está reprobado en economía y finanzas. El resultado de un dólar por las nubes, con una devaluación del 100% en tres años, el disparo de la inflación y una estrepitosa caída en el poder adquisitivo son los resultados. Estas eran sus misiones fundamentales.

Lo que hizo con excelencia fue participar en el Fondo Monetario Internacional y en otros organismos de cooperación financiera internacional y las agrupaciones de bancos centrales. Por eso ha conseguido trabajos en esos organismos. No pongo en duda su talento, pero no cumplió la ley, ni siquiera cuando se va.

Un funcionario de fama internacional; candil de la calle.

vsanchezb@gmail.com        Twitter y Facebook: vsanchezbanos