Por Víctor Sánchez Baños
Los gobiernos a nivel federal, estatal y municipal, despilfarran cientos de miles de millones de pesos en compras de equipos, materiales y en obras innecesarias. En un análisis de estudiantes de la UNAM, estudiaron el uso del presupuesto federal y las observaciones que hace la Auditoría Superior de la Federación, en lo que va de la década, en los últimos casi 7 años, se han tirado a la basura más de un billón de pesos.
Esto, sin contar los sobreprecios de obras y de productos del gasto corriente. Sólo analizaron el monto de las observaciones realizadas al gobierno federal, así como a los Estados y Municipios.
El despilfarro lo realizan impunemente debido a la deficiencia en las leyes y la flexibilidad de los sistemas de auditoría interna.
Ahí está una veta de corrupción. Mediante el incremento de los precios o la compra de artículos o productos que no se utilizan, como ocurre en el sector Salud que compran sofisticados aparatos, pero sin el personal que pueda utilizarlo óptimamente, se arrumban y se echan a perder. Lo mismo ocurre con muchas compras de PEMEX y la CFE, que son las dos áreas del sector público que pierden cientos de millones de pesos en compras innecesarias.
Mientras, en el mantenimiento de instalaciones ni un centavo. Este es el irracional criterio de nuestros políticos que seguramente se llevan jugosos “moches”.
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