Por Víctor Sánchez Baños

 

La desafortunada frase de Enrique Peña Nieto, en el sentido que “ningún presidente se levanta pensando cómo joder al país”, tiene ahora otras implicaciones económicas.

Seguramente tiene razón Peña Nieto. Sin embargo, las decisiones adoptadas desde el centro de poder afectan a millones de mexicanos. Esto, estimados amigos, se los platico como referencia que las decisiones de gobierno afectan a núcleos sociales. Es ineludible. Algunas veces esos núcleos son muy muy números o son la mayoría del país.

El gobierno federal tomó la decisión hace unos días de incrementar las tarifas de electricidad para el sector privado. Al mismo tiempo anunció que se incrementarían a los de “alto consumo doméstico” o DAC. En ambos casos ese incremento se reflejará en el disparo inflacionario. Todo el proceso productivo y de servicios usa electricidad y, por obvias razones, impacta en los insumos que se reflejará en el precio final del consumidor.

El gobierno tiene necesidad de más recursos. Por ello incrementa los bienes y servicios que presta a la comunidad. Sin embargo, el disparo de los precios de sus servicios, afecta la cadena productiva y aumentan los precios.

Nos queda claro a los mexicanos que el gobierno no se aprieta el cinturón como lo pide al resto de sus gobernados.

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