Por Víctor Sánchez Baños
En estos días, la Comisión Federal de Electricidad, dio a conocer incrementos al sector privado y a los llamados “consumidores domésticos de alto consumo” o “DAC”.
Estos incrementos van del 12 al 15 por ciento, lo que generará otra espiral inflacionaria de cuando menos un 5 por ciento en unas semanas. El equipo de la CFE, que dirige Jaime Hernández, no reflexiona de las implicaciones en el poder adquisitivo de las familias en el país. Sólo es cobrar, aunque hagan trampas.
Al incrementar a las industrias o empresas las tarifas eléctricas estás las repercutirán en los precios de sus bienes y servicios que ofrece. Así se sencillo, se incrementa el precio de infinidad de productos y servicios debido a que todos ellos se elaboran en un ambiente en el que la electricidad es fundamental.
La voracidad de los empleados de la CFE llega a extremos de robar al consumidor, haciendo trampa. En las oficinas de la PROFECO, que encabeza Ernesto Nemer, existen miles de quejas contra el monopolio o empresa dominante de la distribución de energía eléctrica, ya que le inventan consumos al usuario del servicio doméstico (como tú o como yo) con el fin de que cruce la línea del consumo menor y evitar, como dicen ellos, pagar subsidios e imponer tarifas impagables. Un robo, pues.
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