- Pepena, el gran negocio de los presidentes municipales
Por Víctor Sánchez Baños
Hace unos meses, a través de la entonces embajadora de Finlandia en México, Anne Lammila, entrevisté a varios empresarios de aquella nación del norte de Europa. Una de esas compañías me llamó la atención, porque convertían la basura en energía y se la entregaban a las autoridades municipales o estatales a cambio del procesamiento de desperdicios por 25 años.
Aunque estaban interesados únicamente en la basura orgánica, procesaban todo tipo de desperdicio y le daban un tratamiento más ecológico, 100% limpio, lo que actualmente no ocurre en el país y otras naciones. Así se eliminarían los gigantescos depósitos sanitarios al aire libre.
La inversión es ridícula. Para una población de 1 millón de habitantes, sería de 84 millones de dólares, mismos que se financiarían con recursos de organismos de protección del ambiente en el mundo y finlandeses, sin generar un centavo de deuda para los gobiernos o el pueblo en general.
Suena ideal, ¿verdad? Pero, se niegan a otorgar esas concesiones debido a que la basura es un negocio millonario para los políticos, donde pepenan todo; desde papel hasta metales. Además la recolección es capital político. Con sistemas limpios la basura se tira en ductos que van directamente a los centros de procesamiento. Otra vez la corrupción impide al país dar el gran paso.
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