Por Víctor Sánchez Baños

Todavía no empiezan las épicas batallas contra el COVID-19 y los colapsos financieros de varios estados y municipios del país, brotan como hongos. Las calificadoras revisan las finanzas gubernamentales y la forma como los políticos enfrentan la pandemia mundial. En México, las finanzas públicas están débiles y generan desconfianza.

COLIMA: El gobierno de Ignacio Peralta deteriora el nivel de endeudamiento, por el abuso de deuda a corto plazo y el incremento en las Obligaciones Financieras sin Costo, fuera del margen esperado de 4%. La situación, según HR Ratings, empeorará si en la crisis sanitaria aumenta sus demandas de créditos quirografarios, que son muy costosos. Todo indica que por ahí va Peralta.

TABASCO: El mismo camino sigue el gobernador morenista Adán López. De los casi 7 mil millones de pesos de deuda, tiene 2,472 millones a corto plazo garantizado por participaciones federales, para pago de nóminas, prestaciones y apoyos a municipios. Ante la inestabilidad de estos recursos federales, por el COVID-19, generará un déficit del 3% y obligará al secretario de finanzas, Said Mena, a pedir prestado para lo elemental. De salud y regalos electorales, ni hablar.

ZACATECAS: Aumenta el riesgo de la deuda de la entidad que gobierna el priista Alejandro Tello. Calificadoras estiman que puede desviar el gasto corriente y endeudarse más para enfrentar los daños sanitarios del coronavirus. Sin herramientas para enfrentar al mortal virus, se endeudará.

COAHUILA: El gobernador Miguel Riquelme le reclamó a la secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, atender la crisis humanitaria en albergues de migrantes donde hay riñas por alimentos y atención ante el coronavirus. No me dan soluciones, se quejó. En La Laguna, la pandemia crece y sale de control de Riquelme y del gobernador de Durango, José Rosas Aispuro. La frontera está que arde por la pandemia. Obligatorio en ambas entidades el uso de cubrebocas.

CHIAPAS: De risa loca la orden ilegal del gobernador Rutilio Escandón a los funcionarios de su administración de “donar” el 100% de sus salarios, mientras dure la contingencia. ¿De qué van a vivir? ¿Tienen otros ingresos lícitos? ¿Para qué se usará el dinero “donado” a fuerzas? Por ley, todo trabajador debe recibir su salario; es intocable. Un acto demagógico que parece “el flagelo del pecador” en Semana Santa. 

EDOMEX: Preso del pánico, el alcalde de Tlatlaya, Leopoldo Domínguez, ordenó. Nadie entra y nadie sale. ¿Cómo alimentar a la comunidad? Irreflexivas acciones del panista.

MORELOS: Otro preso del pánico por el COVID-19 es el edil de Tetela del Volcán, Israel González, de Morena. Cerró las fronteras y no pasa “ni el aire”. 

JALISCO: Empresarios y sindicatos locales, rompieron con el Consejo Coordinador Empresarial, que preside Carlos Salazar, y exigen interlocución directa con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Movido por el gobernador Enrique Alfaro porque “Jalisco merece comunicación directa”, el líder local del COMCE, Ángel Landeros, atomiza a su propio gremio. AMLO atiende a grupos unidos.

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