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Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad.
– Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor británico.

Por Víctor Sánchez Baños

Los ataques a los empleados o directivos de dependencias públicas, ya sea por extorsión o por razones políticas, dejan una lesión incurable en la seguridad nacional del país. Incluso a las instituciones en general.

Si las dependencias públicas son vulnerables, el sentimiento de empresas, organizaciones civiles y la población en general, es aún peor.

De 2019 a 2021 nuestro país bajó 19 escalones en el Índice de Ciberseguridad Nacional. Tuvo una calificación de 37.66 puntos de 100, cuando la media global es de 80 puntos. Los ataques, en los tiempos modernos son a través de las comunicaciones entre computadoras.

Desde países lejanos como China, Corea del Norte, Rusia e incluso de organizaciones privadas o agrupaciones de hackers profesionales, o criminales organizados, pueden espiar y robar información clave o dinero.

En México, varias oficinas de gobierno han sido atacadas por hackers. Pemex, lo que no ha quedado claro, sufrió el secuestro de su página de internet. Pero, lo grave fue que los servidores, con toda la administración administrativa y política, fue tomada de rehén. No sabemos que entregaron un rescate por más de 20 millones de dólares, pero en una semana fue liberada toda la información. No se ha filtrado nada a los medios.

Ante ello, es importante que se establezcan, primero, protocolos para defender a nuestro gobierno de ataques cibernéticos de naciones extranjeras o de jóvenes nerds juguetones que se infiltren en la seguridad de nuestra nación.

Los Guacamaya Leaks, no es otra cosa que un atentado a la seguridad del país. Esto, independiente de la veracidad de la información, demuestra vulnerabilidad en los cientos de servidores de la Sedena, que es la responsable de velar por nuestra seguridad nacional.

Debemos revisar nuestra legislación, las partidas presupuestales, los acuerdos y tratados internacionales en esa materia. México no se sumó al Convenio de Budapest, en ese tema y nos faltan 150 mil especialistas en ciberseguridad. No sólo están las estructuras gubernamentales en riesgo, sino nuestros niños y jóvenes. No tenemos una estructura para proteger a quienes será el futuro de la nación.

Veamos en el rostro de Estados Unidos que, en marzo de este año, el presidente Joe Biden, firmó la Ley de Fortalecimiento de la Ciberseguridad Americana de 2022, que requiere que las empresas que se ocupan de la infraestructura crítica reportan ataques cibernéticos sustanciales a la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura dentro de las 72 horas y todos los pagos de ransomware en un día.

Esta Ley tiene la intención de subir el ciberataque a una amenaza pública, es decir se vuelve un tema de amenaza pública. 

México no se puede quedar atrás; es una tendencia internacional que tiene muchos años, donde el país, se encuentra retrasando. Hay países que están muy avanzado.

DINERO

HOTELES City Express, liderado por Luis Barrios, vendió cinco de sus marcas a la operadora internacional Marriott International, por cien millones de dólares. De esa manera City Express, City Express Plus, City Express Suites, City Express Junio y City Centro, pasan a ser administradas por la trasnacional hotelera que lidera Anthony Capuano y preside Stephanie Linnartz. El objetivo es poner esos hoteles en la mira de viajeros de Estados Unidos. En los próximos meses agregarán a su oferta de cuartos, 670 nuevas habitaciones.

RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: Cientos de llantas que contaminaban el fondo del mar en Baja California fueron dragadas por organizaciones ambientalistas y entregadas a CEMEX, corporativo que preside Rogelio Zambrano, en su Planta Ensenada, para que las utilicen como combustible alterno en el horno de la cementera. En el marco de las actividades por la “Limpieza Internacional Costera” y la iniciativa “El Mar es de todos”, la organización Cuidemos el Océano A.C. se encargó, con 50 buzos en Puerto Arbolitos, de retirar 400 llantas del fondo marino, a donde llegaron arrastradas en la temporada de lluvias, tras haber sido tiradas en el cauce de los arroyos.

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