• Maquillaje para Ayotzinapa * Derechos humanos, al olvido * Su hijo, no defenderá T-Mec * Izquierda vs neoizquierda * IPN, crisis en un polvorín

Bienaventurados los que no tienen nada que decir, y que resisten la tentación de decirlo.

James Russell Lowell (1819-1891) Poeta y escritor estadounidense.

Por Víctor Sánchez Baños

Un hombre de izquierda, que militó en el Partido Comunista Mexicano en el grupo político Estrategia, Alejandro Encinas se convirtió en una pieza clave de la llamada Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador.

Encinas representa a los socialistas de hueso duro que están dentro del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena pues, que es temido por los neoizquierdistas, que arribaron a ese partido con el fin de tener un puesto de poder y dinero, que nunca habrían soñado tener en las organizaciones políticas opositoras.

Hoy, en el círculo tercero de Andrés Manuel López Obrador, lo ven como un estorbo para sus ambiciones de incrementar su poder, con impunidad para pasar sobre los derechos humanos de muchos mexicanos que se les cruzan en su camino.

Desde la Subsecretaría de Derechos Humanos, Encinas ha tocado temas que avivan heridas de una sociedad, como la mexicana, que ha sufrido la represión gubernamental desde hace muchos años y no ha desaparecido.

Los derechos humanos son materialmente letra muerta en el país. 

Por una parte, desde Palacio Nacional se designó a una presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, cuyo único mérito fue haber sido hija de una luchadora social y excandidata presidencial, Rosario Ibarra, que buscó a sus hijos durante décadas desde de la llamada guerra sucia contra la guerrilla de los setentas. Ningún otro mérito, más que deberle la chamba a López Obrador.

Esa CNDH no sirve para nada. Es sólo un dique de contención ante las demandas sociales ante los abusos del Gobierno Federal como de los Estatales y municipales. Esto, ha sido remedado por gobiernos estatales, donde ponen a los ombusmen (defensores del pueblo, en inglés), con el único fin de mantener la impunidad y el abuso.

Por otra parte, le dejaron en manos de Alejandro, luego de hacer una investigación en la pasada legislatura del Senado de la República, el candente tema del secuestro y asesinato de los normalistas de Ayotzinapa.

En este tema, específicamente, la presión era el echar por tierra la llamada “verdad histórica” del gobierno de Enrique Peña Nieto, en la que hablaba del secuestro, asesinato e incineración de los cuerpos de los jóvenes en basureros de Coyuca, entre otros aspectos.

Debería ser diferente la “Verdad de la 4T”, a la que diseño Jesús Murillo Karam, en su calidad de Procurador General de la República en el gobierno de EPN.

Al final de cuentas, dejó como resultado que “siempre si fue e Estado”. Fue el gobierno federal, a través del Ejército, así como de el de Guerrero, que encabezaba en esos días Ángel Aguirre, así como los municipales de Iguala, con José Luis Abarca y otros miembros de la selecta izquierda regional ligada a grupos de delincuentes organizados de la región, como Los Rojos y los Ardillos, entre otros.

Al final de cuentas, son similares en el fondo las verdades de Murillo y la de Encinas.

Además de los desaparecidos por la larga lista de presiones sobre el subsecretario de Gobernación, seguramente lo volvió en un hombre harto, ante los izquierdistas que no son izquierdistas y de aquellos que viven del maquillaje político y social para mantenerse en el poder.

Sabemos que presentó su renuncia ante el presidente López Obrador, pero el se negó a aceptarla. Para enviarle un giño, eligieron a su hijo mayor, Alejandro Encinas, como subsecretario de Comercio. Así retienen a una carta socialista en el gabinete lopezobradorista, donde hay quienes no quieren verlo cerca de las negociaciones de los paneles del Tmec, como Rocío Nalhe, quien dice que el subsecretario de Comercio no tendrá peso en los paneles de consulta y que fue designado para evitar que su padre deje el cargo por el rumbo del caso Ayotzinapa, según el portal lapoliticaonline.com.

Así es fácil hartarse, con fuego de quienes están cerca del fogón multimillonario de la energía.

PODEROSOS CABALLEROS

IPN, EL OTRO POLVORÍN

La desesperación de varios agitadores profesionales, que incluso quieren generar conflictos al gobierno de AMLO, llega a enturbiar las aguas de las instituciones de educación superior, como la UNAM, el IPN, la UAM, así como las públicas de casi todas las universidades autónomas del país. Durante décadas han tenido un bastión de extorsión a los rectores y los gobiernos. Desde ahí, algunos delincuentes que ahora cobran además en Morena o gobiernos morenistas, crean un clima de incertidumbre entre grupos estudiantiles. Estos están en contra de los estudiantes que van a esas instituciones “a estudiar” y no hacer grilla, muchos menos para hacerle el caldo gordo a los partidos políticos. Ayer López Obrador, dijo que ante el paro estudiantil que permanece en 10 escuelas del Politécnico Nacional, llamó a que sus demandas se resuelvan mediante el diálogo, sin protección a nadie y que no haya impunidad. Le ordenó a la secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya, para que ayude a Arturo Reyes Sandoval, director de la institución. Eso y nada, es exactamente lo mismo.

RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: IHOP

Bajo el liderazgo de William F. Urrego, IHOP México lanzó su 9º National Pancake Day donde todos sus franquiciados ofrecerán dos buttermilk pancakes a un precio especial. El 100% de lo recaudado se entregará a la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), que preside Guadalupe Alejandre, y a las organizaciones locales con las que trabaja.

Escúchame lunes, martes, miércoles y viernes, en El Heraldo Radio, desde las 22 horas.

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