Por Víctor Sánchez Baños

 

En una consulta a los mexicanos sobre la eliminación el eliminar las comisiones de los bancos, simplemente todo (hasta los más ricos) dirán que sí.

Lanzar un mensaje en ese sentido, simplemente es populismo. Esto quiere decir que los políticos buscan quedar bien con las masas.

Sin embargo, esas decisiones tienen implicaciones económicas. Si bien benefician al sector bancarizado de la sociedad, las señales al mundo financiero internacional son impactantes.

Por ello, la respuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, fue en el sentido que cuando menos en los 3 primeros años no se tocarán las comisiones bancarias. Esto, llevó cierta tranquilidad a los mercados financieros internacionales.

Y, es aquí donde la puerca torció el rabo. Los bancos poco tienen que hacer para poner en jaque un gobierno. Sin embargo, sus socios son los que empiezan a ver que un gobierno, como el que encabezará AMLO, maneja señales encontradas entre sus mensajes y sus acciones.

Primero fue el aeropuerto de la Ciudad de México, que “una consulta” echó a la basura miles de millones de pesos invertidos en su construcción; y ahora las comisiones. Aunque él aseguró que no se cambiaría la política gubernamental alrededor de los bancos, los legisladores de Morena, hacen lo contrario.

Definitivamente los mexicanos estamos hartos de comisiones de usura de los bancos, pero esto debe transformarse paulatinamente, sin llegar a extremos de decisiones de golpe y porrazo, para tener contento al pueblo. Esto, reitero, resulta contraproducente, por que al final los pobres son los que más recienten las crisis económicas.

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