La baja remuneración económica es una de las adversidades a la que los jóvenes mexicanos se enfrentan en el campo laboral, ya que 8 de cada 10 no cuentan con el ingreso suficiente para comprar la canasta básica para dos personas. Este segmento es el más afectado en lo laboral, ya que 51 por ciento no cuenta con seguridad social, mientras el 63 por ciento a, pesar de estar empleado, no tiene un contrato estable; lo cual viola sus derechos laborales, explica un estudio de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno.

En el marco del Día Internacional de la Juventud, este colectivo compuesto por más de 30 organizaciones civiles, fundaciones y empresas, reconoció el gran rezago y vulnerabilidad que viven la juventud, así como las precarias condiciones de trabajo que afrontan. Casi 3 millones y medio de jóvenes desempleados o disponibles para trabajar, pero “no buscan (el empleo) porque saben que no lo pueden conseguir”, sostuvo el conjunto.

La ONG calificó de insostenibles e inaceptables las condiciones de trabajo para la juventud mexicana, ya que se encuentran entre las peores no sólo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sino de América Latina, “en comparación con economías de menos dinamismo y tamaño”.